



Habia una vez, en un lugar muy lejano, casi dentro de mis ojos,
un piano, una torre, o un gran pastel de marfil cemento.
Bajo mi paraguas tu secreto, escrito en papel.
parecia esos juegos inventados para invierno, en los que solo puedes mirar por la ventana y decir..., veo, veo.
Y como un poster en los que la tridimension se logra con colores fluo, tratabas de adivinar- desde enfrente- cual, era su casa-casita-rancho-palacio.
Su, Torre 04, manzana 1, se leia en el paredón. 8 pisos, incluyendo el de la vereda, porque ahi tambien vivia gente.
- Parada- como la tuya, pero en tamaño...un poco mas grande- y eso era lo que te gustaba-. Tu, piso era el ultimo, el quinto.
Los impares no son los mas indicados para el amor. -primera señal-.
Con el frio afuera y el calor dentro, apoyabas la punta, y con el aire que salia, de tu nariz, el sudor de tu frente, lograbas manchas sobre el vidrio, como las que te mostro el psicologo. Justo esas no significaban nada para vos, pero predecirian tu futuro.
Las tardes se volvian iguales, pero estabas con la idea tatuada -que aparezca de una buena vez x esa ventana-.
Para diastraerte bailabas un disco viejo de Madonna, que entre el complicado ingles y tus coreograficos movimientos, solo podias entender nombres como marilyn, fred aster, y bette davis...we love you.
Te estampabas contra cualquier espejo que se cruzaba en los cinco ambientes del departamento, casi que en cualquier electrodomestico que pudiera reflejarte tambien.
Jugabas con una gran bolsa de nylon transparente, y creias que volabas, que cuando la travesti que vivia con vos- y te cuidaba-
te veía y te la sacaba diciendote:
- me quieres matar de un infarto vos?!
(CONTINUARÁ)